Hay canarios
enjaulados en mis ojos
que sólo cantan
cuando los miras.
¿Qué pasará si me observas
desde todos mis ángulos muertos?
Quiero quedarme a vivir
en tus alveolos,
coser mi boca
a tus boca
y no tener miedo a temblar
cuando esta ausencia de ojos.
¿Qué dirían las hormigas
de gastarnos todo
ahora?
¿Qué dirían los poetas
de vivir sin divisas
en un amor que no duele?
Debería escupirte a la cara
que no me debes nada.
Ni se te ocurra ser
caleidoscopio
de mis antojos.
Vamos a remar contracorriente
a la vez
que mientras no te canses
todo será suficiente.
Y espero no dejar
de mirarte así,
con la certeza
de que tu pupila es
la pupila
por la que cantan
mis canarios.
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