viernes, 29 de agosto de 2014

El beso es una cápsula de tiempo.




Hay personas tristes hoy aquí
y yo no quiero morir todavía.
Me he asomado al espejo
que hay en el baño
y no he encontrado nada.
Con qué facilidad la nada.

Suena a lo lejos la ola de la madrugada.
Escribe el poema ahora que hay tiempo
que luego vendrá el manto negro
y la memoria vacua
a instalarse en la alameda.

El beso es una cápsula de tiempo.
Tu mirada un altavoz que grita viento.
Mis dedos perdidos
en los trigales de tus dedos
anuncian tormenta en mi pecho.

Ya se acerca la mano templada del alba,
ya reposa en la ventana
la recién horneada mañana madrileña
despertando a personas vacías
en sus camas vacías
y lanzándolas a destinos llenos de nada.
Con qué facilidad la nada.

El beso es una cápsula de tiempo.
No se apaga el volcán de mi pupila.
En el descampado de mi memoria
solo tú gritando nada.

Tú la luz
arrojada a mi vacío.



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